18/05/2017 12:52:17
"En vez que castigar a quienes dedican su vida a luchar por la justicia, las autoridades chilenas deben proteger su trabajo y enjuiciar a quienes los agreden" dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
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Amnistía Internacional aseguró que el cierre de la investigación por secuestro y tortura denunciados por el lonco de la comunidad Autónoma de Temucuicui, Víctor Queipul, y que provocó desmanes y agresiones ayer en el Juzgado de Garantía de Collipulli, “envía un peligroso mensaje a quienes defienden los derechos humanos”. Tras el cierre de la investigación informado ayer luego que la fiscalía no pudiera individualizar a las personas presuntamente responsables del secuestro de Queipul el 14 de junio de 2016, un grupo de comuneros mapuche ingresó al Juzgado de Collipulli y provocó diversos desórdenes, agrediendo incluso al fiscal Enrique Vásquez. Acerca del cierre de la causa, Aministía declaró que “Esta decisión sienta un nefasto precedente y da rienda suelta a quienes pretenden silenciar a las comunidades de pueblos originarios en Chile" mencionó Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional. "Denunciar violaciones contra los derechos humanos no es un crimen. En vez que castigar a quienes dedican su vida a luchar por la justicia, las autoridades chilenas deben proteger su trabajo y enjuiciar a quienes los agreden" expresó Guevara-Rosas. Ayer el fiscal regional de La Araucanía, Cristian Paredes, acusó a Amnistía de provocar un clima enrarecido en torno a la decisión del Ministerio Público de cerrar la investigación. La organización declaró que con esto se pretene “deslegitimar su labor de apoyo a organizaciones sociales y comunidades de pueblos originarios en Chile”.
"En vez que castigar a quienes dedican su vida a luchar por la justicia, las autoridades chilenas deben proteger su trabajo y enjuiciar a quienes los agreden" dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
Amnistía Internacional aseguró que el cierre de la investigación por secuestro y tortura denunciados por el lonco de la comunidad Autónoma de Temucuicui, Víctor Queipul, y que provocó desmanes y agresiones ayer en el Juzgado de Garantía de Collipulli, “envía un peligroso mensaje a quienes defienden los derechos humanos”. Tras el cierre de la investigación informado ayer luego que la fiscalía no pudiera individualizar a las personas presuntamente responsables del secuestro de Queipul el 14 de junio de 2016, un grupo de comuneros mapuche ingresó al Juzgado de Collipulli y provocó diversos desórdenes, agrediendo incluso al fiscal Enrique Vásquez. Acerca del cierre de la causa, Aministía declaró que “Esta decisión sienta un nefasto precedente y da rienda suelta a quienes pretenden silenciar a las comunidades de pueblos originarios en Chile" mencionó Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional. "Denunciar violaciones contra los derechos humanos no es un crimen. En vez que castigar a quienes dedican su vida a luchar por la justicia, las autoridades chilenas deben proteger su trabajo y enjuiciar a quienes los agreden" expresó Guevara-Rosas. Ayer el fiscal regional de La Araucanía, Cristian Paredes, acusó a Amnistía de provocar un clima enrarecido en torno a la decisión del Ministerio Público de cerrar la investigación. La organización declaró que con esto se pretene “deslegitimar su labor de apoyo a organizaciones sociales y comunidades de pueblos originarios en Chile”.